jueves, 21 de noviembre de 2013

BMW M5 F10 ¡Bestia sobre ruedas!

Volviendo a la marca bávara; en esta ocasión nos referiremos al modelo F10, en particular al M5.

Desde el primer BMW M5 de 1984 (M5-E34) hasta el M5 F10, la evolución tecnológica ha sido brutal, pero el concepto y el objetivo sigue siendo el mismo: tener una berlina deportiva que sirva tanto para disfrutar en circuito como para viajar y/o disfrutar en familia. Los argumentos de este modelo para conseguirlo son más que destacables. Motor 4.4 litros V8 Bi-Turbo, colector de escape conjunto para las dos bancadas, inyección directa de gasolina y el sistema Valvetronic. Con todo ello, la potencia alcanza los 560CV entre 6000 y 7000 rpm, aunque el Par máximo de 680Nm lo da desde las 1500rpm.


Sigamos hablando de su diseño exterior; lógicamente basado en el Serie 5 F10. Con claras diferencias como el faldón delantero mucho más agresivo, con una prominente entrada de aire en el centro y dos a los lados que permiten que éste fluya hacia el poderoso V8. Subiendo un poco la vista, nos encontramos con los tradicionales riñones de BMW, tienen las varillas en negro, una seña de identidad de los BMW M. Si seguimos subiendo nos encontramos con un capó con unas formas más abultadas de los normal para indicar que dentro se esconde un motor de 560 caballos de potencia, (habiendo en la actualidad un modelo de 575CV para hacer frente a su rival directo Audi RS6). Cambiando la vista hacia el lateral nos encontramos con unos pasos de rueda anchos que le dan al coche una imagen poderosa en la carretera. En su interior las impresionante llantas de 19" de serie, incluyendo en este modelo una opción de 20" de llantas.


En los pasos de rueda, también, las branquias laterales vuelven a tener presencia en un BMW M. Y que una vez más vuelven a albergar en su interior la luz de intermitencia. Debo añadir que en este modelo en particular se ha perdido algo de personalidad, ya que, los retrovisores (otra seña de identidad en los M) son muy similares a los del Serie 5 "normal". Éstos están unidos a la carrocería por un soporte en negro brillante al igual que los marcos de las ventanillas y las nervaduras de los riñones delanteros.


Viéndolo desde el lateral, observamos lo que se ve en todos los M. El faldón trasero gana dimensiones y musculatura, para indicar que en las ruedas traseras es donde está la tracción. Además afortunadamente las cuatro salidas de escape no cambian, siguen siendo la marca de la casa. La trasera se completa con un pequeño, elegante y discreto alerón posterior, que además de mejorar la estética del coche, también tiene una función aerodinámica cuando se rueda a 305Km/h; que es donde se fija la velocidad punta con M Drivers Package.

Pasemos al interior, algo que cobra vital importancia en los M. Lo primero que destaca al observar el interior con los asientos deportivos M, que sujetan bien en curvas y al mismo tiempo están diseñados para ofrecer gran confort en marcha. Hay más zonas del salpicadero forradas en cuero, y la M que identifica al este modelo hace acto de presencia en el reposapies y umbrales de las puertas.




Todos los BMW M5 llevan una pantalla central desde la que se controlan los mandos del iDrive situados entre los asientos, y permite configurar el coche para adaptarlo a los gustos del conductor y al tipo de conducción que vaya a llevar a cabo en cada momento.
El Head Up Display, también forma parte del equipamiento de serie, ya al tratarse de un M también muestra información sobre las revoluciones y la velocidad a la que circulamos cuando se activa el modo más deportivo.

Volviendo de nuevo al tema prestaciones, decir, que pasa de 0-100Km/h en solo 4,4 segundos y de 0-200Km/h en 13 segundos, algo espectacular teniendo en cuenta que la tracción no es a las cuatro ruedas.
Toda esta potencia se envía a través de una caja de cambios M de siete velocidades con doble embrague y Drivelogic. También tiene levas detrás del volante. Según BMW, este modelo homologa un consumo de 9,9 L/100Km, gracias a la incorporación de mucha tecnología conocida en la casa alemana como EfficientDynamics, el sistema Star/Stop y a los sistemas de recuperación de energía.
Un factor básico es el peso total del vehículo, 1870Kg, lo cual deja una relación de peso/potencia de 3,3Kg/CV.

Este M tiene varias configuraciones. La caja de cambios M DKG Drivelogic ofrece tres programas de cambios distintos, tanto en modo automático como manual. La selección de estos modos se lleva a cabo mediante un botón situado en la consola central. En el modo más radical del DKG, se dispone del ya conocido "Launch control". En el eje trasero hay un diferencial que permite repartir la potencia entre ambas ruedas, y así la capacidad de tracción es óptima en todo momento. A parte del sistema DSC, la unidad de control del diferencial M activo también tiene en cuenta la posición del pedal del acelerador, la velocidad de giro de las ruedas y el ángulo de giro del coche sobre su propio eje vertical.




El chasis del M5, ha obligado a sus ingenieros a dar muchas vueltas a Nurburgring para encontrar su configuración adecuada. El nuevo M5 lleva de serie amortiguadores regulados electrónicamente, que se pueden llevar en modo "confort", "sport" y "sport plus". Decir también que la dirección es más deportiva y directa que en el "normal". En modo "confort", la dirección es muy directa y suave para mejorar la maniobrabilidad en ciudad y aparcamientos.
Los sistemas de seguridad destacados en el M5 son el DSC, que estabiliza el coche activando los frenos y reduciendo el par motor; CBC, asistente de frenado en curvas; DBC, control dinámico de los frenos; sistema de compensación de la fatiga de los frenos, la función de frenado ligero para secar los discos y el asistente para arrancar cuesta arriba. Pulsando una tecla en el salpicadero, se activa el M Dynamic Mode que hace que el DSC actúa más tarde, haciendo al M5 más deportivo y divertido, pero controlable al mismo tiempo. Por suerte se puede desconectar del todo para disfrutar totalmente de la conducción en estado puro.
Los frenos cerámicos de carbono M del M5 también aportan activamente dinamismo de conducción en otro aspecto: gracias a su bajo peso, reducen significativamente las masas de rotación y no suspendidas del vehículo. El resultado son excelentes valores de frenado en cualquier condición. Lo que significa un máximo rendimiento en maniobrabilidad y agilidad.

Como es habitual en mi, os dejo unos vídeos de este espectacular BMW M5























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